Un presente del futuro - bronce de Rubén Locaso

Cátedra de Escultura del Profesorado de Artes Visuales del INSTITUTO SUPERIOR SANTA ANA Olazabal 1440 - Capital - BUENOS AIRES - ARGENTINA arte@isabelgrano.com.ar



viernes, 6 de diciembre de 2013

Las esculturas de Ron Mueck en PROA

Arte / Puede visitarse hasta febrero


La muestra del artista australiano, cuyas obras realistas se exhiben por primera vez en América del Sur, convocó en su primera semana a miles de personas en la Fundación Proa, en el barrio de La Boca
Las nueve obras exhibidas -de una producción total de 40- llegaron directamente de la parisina Fundación Cartier, donde un récord de 300.000 personas visitaron la muestra. La platea porteña no lo pasó por alto: la fila de gente en la Vuelta de Rocha habla de la fascinación y el asombro frente a esa plasticidad perfecta en la construcción de un espejo inquietante de la existencia, del hombre y su circunstancia.
Por medio de resina, fibra de vidrio, silicona y pintura acrílica, este australiano autodidacta y perfeccionista, hijo de padres alemanes jugueteros, expone en Proa las vulnerabilidades del alma humana a partir de volúmenes que sólo por su asimetría están disociados de la vida real. En ese juego constante de tamaños en sus representaciones, las más impactantes son las obras desmesuradas en escala. Aunque todas, sin excepción, borrarán el límite entre realidad y representación. Para que quede claro: las esculturas de Mueck podrían pasar por seres humanos inmovilizados, petrificados. Sólo la escala que utiliza dibuja la frontera de la ficción.
Sus personajes son en su mayoría seres solitarios, ensimismados, y parejas unidas por vínculos inescrutables. Todos son rehenes de estados emocionales insondables. Y a casi todos -salvo en la naturaleza muerta- lo único que les falta es moverse o hablar. Romper el hermetismo psíquico en el que están inmersos para confiarle al espectador la razón de sus estados meditabundos. 

(Loreley Gaffoglio para La Nación)