Un presente del futuro - bronce de Rubén Locaso

Cátedra de Escultura del Profesorado de Artes Visuales del INSTITUTO SUPERIOR SANTA ANA Olazabal 1440 - Capital - BUENOS AIRES - ARGENTINA arte@isabelgrano.com.ar



lunes, 8 de agosto de 2016

Las esculturas del mexicano Damián Ortega.

Considerado uno de los protagonistas de la renovación del arte mexicano contemporáneo a partir de la década de los 90, Damián Ortega (Cd. de México, 1967) ha apostado por un trabajo escultórico cuyo proceso creativo y presencia en el espacio de exhibición adquieren más relevancia que la misma forma final del objeto.

Es llevar la escultura a un nivel de exploración sobre el entorno sin atender las teorías clásicas del modelado en mármol o piedra; por el contrario provocar esa experiencia a través de materiales tan simples como cotidianos desde un automóvil hasta la mazorca de un elote con los cuales reflexionar el entorno.







“El punto clave de mi trabajo y de mi generación de escultores fue reconocer que la escultura no tenía que estar obliga a utilizar los lenguajes académicos como el mármol, piedra o madera; sino que podíamos utilizar más bien los objetos que están a nuestro alrededor y de alguna manera eso tenía que ver con una individualidad y una independencia política”, comenta el artista.

Aun cuando cada proyecto respondió a un entorno físico y temporal distinto, Ortega señala que en la muestra se puede apreciar una intención por dejar el cliché del folclor mexicano para hacer arte contemporáneo en su sentido más puro. 


“Fue encontrar la forma de producir que no era una forma que estaba reprimida, no tenia que ver con tener dinero para trabajar con mármol o no, sino fue un interés por algo relacionado con el juego, la investigación, optimizar los recursos y los espacios”.

Sus esculturas son deconstrucciones de objetos para alterar sus funciones, y así otorgarles una nueva experiencia a partir de un significado estético. Tienen referencias a entornos no comunes en el arte como la ciencia, la industria o la automotriz; su intención, pues, es descontextualizar la pieza original para ofrecer connotaciones nuevas, a veces con un elemento de humor bastante corrosivo, irónico.

Controller of the Universe (2007) que simula una explosión de cientos de herramientas de trabajo como sierras, picos y martillos que adquirió en mercados de pulgas de Berlín. Las piezas cuelgan del techo y en medio del vórtice se abre un espacio vacío al que pueden ingresar los visitantes.